domingo, 21 de marzo de 2010
ella... no, más bien yo
Ayer fue la luz que llegó. La luz que siempre está ahí.
Lloré ríos por la persona que amé y siempre le eché la culpa a ella de mi estado emocional. Me repetí, y aveces aún lo hago, por qué me hizo eso? por qué me abonadonó? por qué dejó de creer en mí? por qué me trató mal? por qué le creyó a otra persona? por qué ella se convirtió en otra persona? por qué tiró por la borda tanto amor? por qué ella rompió esa relación de ensueño?
Y ayer fue tan claro! Tan re-claro!
Ella fue la principal causa de nuestro rompimiento. Por como se comportó. Por lo que hizo y por lo que me lo hizo.
Pero yo soy totalmente responsable de haberme hecho leña después. Yo soy responsable de haberme atado a esa relación. Yo soy el responsale.
En general, yo soy el único responsable de haber sobre dimensionado, HYPER dimensionado todo lo que pasó. No ella. No ella. No ella.
¿Por qué no había hecho la diferencia antes?
Y así como agarré los hechos y los sobre dimensioné, yo puedo agarrarlos y hacerlos chiquitos o simplemente dejar de sobredimensionar las varas.
Ella responsable de haber quebrado, por haberse portado como una carajilla.
Yo responsable de haberlo hecho enorme.
Hasta ayer dejé de darle ese poder a ella.
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